esas pequeñas cosas...
Las cosas de la vida diaria, son las que construyen nuestra vida, pero la gran mayoría de ellas pasan desapercibidas sin ni siquiera darnos cuenta. Nos olvidamos de vivir el presente, de apasionarnos por lo que hacemos, creemos que sí lo somos, pero vamos tan acelerados y nuestra cabeza está en tantas cosas, que hace que nos perdamos en ellas.
Y es que, existen tantas cosas a nuestro alrededor que pasan desapercibidas; despertarnos cada día, un rayo de sol que se cuela por la ventana, el olor a café recién hecho, el sonido de una sonrisa sincera, un gesto amable en la calle, un saludo… y un sinfín de minúsculos detalles, que en realidad son los que hacen grande la vida. Aquellas cosas que creemos son nimiedades, a tantas que les restamos importancia por el hecho de estar siempre con nosotros, esas construyen nuestra vida y curiosamente, nos damos cuenta de su verdadero valor cuando las perdemos.
Atrévete a ir por la vida con los ojos bien abiertos, con todos tus sentidos en sintonía. Maravíllate con lo cotidiano y posiblemente descubras pequeñas cosas increíbles que no habías percibido hasta ahora. Valora cada detalle, por pequeño que te parezca. Verás cómo aquello que creías insignificante puede envolver cosas extraordinarias.
Los estudios hacen parte de ese cumulo de actividades que te ayudan a construirte como persona, pero cuando estamos inmersos en una serie de actividades nos olvidamos de vivir lo que realmente nos toca.
Y es que, existen tantas cosas a nuestro alrededor que pasan desapercibidas; despertarnos cada día, un rayo de sol que se cuela por la ventana, el olor a café recién hecho, el sonido de una sonrisa sincera, un gesto amable en la calle, un saludo… y un sinfín de minúsculos detalles, que en realidad son los que hacen grande la vida. Aquellas cosas que creemos son nimiedades, a tantas que les restamos importancia por el hecho de estar siempre con nosotros, esas construyen nuestra vida y curiosamente, nos damos cuenta de su verdadero valor cuando las perdemos.
Atrévete a ir por la vida con los ojos bien abiertos, con todos tus sentidos en sintonía. Maravíllate con lo cotidiano y posiblemente descubras pequeñas cosas increíbles que no habías percibido hasta ahora. Valora cada detalle, por pequeño que te parezca. Verás cómo aquello que creías insignificante puede envolver cosas extraordinarias.
Los estudios hacen parte de ese cumulo de actividades que te ayudan a construirte como persona, pero cuando estamos inmersos en una serie de actividades nos olvidamos de vivir lo que realmente nos toca.